Reflexiones de un año de “SciComm” – ¿de qué sirve esto?

Hace un año escribí sobre mi motivación inicial para iniciar este “experimento” personal de comunicación científica en línea. Peleando a mis mil dudas personales, aquí me encuentro un año después habiendo encontrado una increíble comunidad en línea a través de la cual he tenido la oportunidad de difundir la ciencia pero, lo más importante, he aprendido bastante. No puedo hablar de tantas increíbles lecciones en una sola publicación sin hacerla insoportablemente larga, así que por hoy solamente te contaré POR QUÉ elegí “perder mi tiempo” con esto, y espero con esto animarte a ser parte del mundo de la comunicación científica (“SciComm”).

Lleva mucho más tiempo del que inicialmente pensé el revisar mi fotografía, editar, investigar, escribir una entrada de blog, editar, escribir entradas de medios sociales, editar, compartir, responder…etc., etc. Ah, y estar a gusto con ellos antes de compartirlos, por supuesto. Este no es mi trabajo principal ni tampoco parte de mis estudios, pero no sólo disfruto haciéndolo, sino que tampoco creo que sea una “pérdida de tiempo” ¡en absoluto!

Yo me he beneficiado tanto de la ciencia a nivel personal. La fotografía me ha enseñado a ver el mundo de forma diferente, y la ciencia me ha ayudado a comprenderlo. Esta comprensión cada vez más profunda de la naturaleza y todo lo que me rodea me ha hecho apreciar el valor intrínseco que todo tiene, ¡y creo que puede hacer lo mismo por vos! Pero algunas experiencias a las que nosotros, los científicos, tenemos acceso (como extraer ADN o determinar el sexo de cocodrilos en el campo) no son accesibles para todos. ¿Qué pasa si alguien quiere aprender sobre ello, al menos en sus lecturas del café del domingo por la mañana? La mayoría de la gente no recurrirá a los artículos científicos, eso es seguro.

Deficiencia de SciComm

No es un secreto que la ciencia se ha enfrentado a un problema de Relaciones Públicas durante mucho tiempo. La Internet ha llegado a empeorar – y mejorar – todo. La cantidad de desinformación y el marketing pseudocientífico (y la política) ha demostrado no tener límites, y la información científica la han torcido ridículamente para beneficio personal una y otra vez. Eso no es de lo que trata la ciencia. Pero la cantidad de tiempo que la gente pasa en redes sociales y buscando cosas en Internet es algo que también podemos aprovechar para bien. Básicamente, todos podemos ayudar a que el Internet sea más educativo y menos basura.

La comprensión de la ciencia por parte del público no es sólo por diversión (aunque sí, ¡la ciencia es divertida!), sino que la comprensión de la ciencia por parte del público es necesaria para la democracia: ¿de qué otra manera vamos a tomar decisiones orientadas a los resultados y basadas en pruebas sobre la salud pública, la tenencia de la tierra y la producción de alimentos, la calidad y la disponibilidad del agua y el cambio climático? Por nombrar algunos ejemplos.

No, no odio a los periodistas

Durante mucho tiempo hemos dejado que los periodistas tomen el timón. No me malinterpreten, esto no es algo personal contra los periodistas, pero hay un gran defecto en ese esquema (y una lección muy importante para los científicos y la comunicación científica). Los científicos, que por lo general tienen pocas habilidades de comunicación con los no-científicos, esperan que un periodista que viene a entrevistarlos durante una hora, o menos, comprenda plenamente el tema que ellos han estado estudiando durante años, y lo traduzca en un artículo entretenido para el público, sin defectos, sin piezas faltantes, y en una publicación pop que cambie el mundo. Qué locura, ¿no? Los científicos olvidan que hace algún tiempo, nosotros, también, no sabíamos nada. Nosotros, también, teníamos alguien o algo de lo que aprender. Y eso lleva tiempo. La primera lección es ésta (parafraseando una famosa cita): si no contamos nuestras historias y nuestra ciencia nosotros mismos, alguien más lo hará, y lo hará mal o lo torcerá a su antojo.

¡Pero los científicos ya tienen mucho qué hacer!

Como pueden leer en el primer post que publiqué aquí, pensé en esta página web durante años antes de tener el coraje de hacerlo. Esto es lo que siempre me detuvo: “ningún científico perdería su tiempo en eso”. Esa es una frase que escuché a un profesor mencionar al menos una vez – pero se grabó profundamente en mi cabeza. No me sentía bien con eso, pero no sabía por qué en ese momento. No tenía sentido para mí. No estaba de acuerdo, pero no quería que me tomaran como “menos científica”.

Entiendo el problema de que el trabajo de “comunicadores” se añada a la cantidad de cosas que los científicos ya tienen por hacer. Claro, es agotador incluso pensar en ello. Después de todo, los científicos no sólo son investigadores (lo cual ya conlleva bastante), sino que también tienen el papel de mentores, profesores, administradores, gerentes, contadores, guías turísticos…etc. Pero siempre nos quejamos cuando un periodista publica algo mal interpretado. Parece que tenemos suficiente tiempo para quejarnos después de que ya se haya hecho algún daño, pero no para contribuir desde un inicio. No es tan común que los científicos sean tan miopes, pero seguimos fallando cuando se trata de SciComm.

Esto me lleva a la siguiente lección, que es más una lección de vida que debería haber aprendido hace mucho tiempo: haz lo que te parezca correcto. JUST DO IT. No debería hacer falta decir que uno no debe ir a ciegas en ello. Debemos informarnos bien acerca de la situación y formar nuestra propia postura, no sólo “hacer lo que se sienta bien” desde una posición no informada. Ya con una postura mejor contemplada, no te la pensés demasiado y simplemente hazlo. Especialmente no prestes atención a las opiniones anticuadas sobre “cómo se debería hacer la ciencia”. Recordá que hace un tiempo los experimentos científicos eran muy poco éticos si se juzgaban por los estándares actuales – ¡las cosas cambian! La forma en que comunicamos la ciencia debe cambiar también.

¿Bloguear como un requisito?

Sé que los científicos ya tienen muchas cosas por hacer en su día a día, y no creo que “todos los científicos deberían tener un blog”. No, eso no es lo que estoy diciendo. Sin algo de emoción y pasión por esto, no lo harás bien y probablemente te lo pasarás muy mal. Pero es en nuestro mejor interés comunicar lo que hacemos y, dado que la mayor parte de la ciencia está financiada públicamente, también es nuestra responsabilidad y obligación. Hay maneras, hay científicos que son comunicadores, hay otros que recién comienzan (como braeuNERD aquí) donde también puedes tener una plataforma para, de vez en cuando, contarnos sobre esa increíble ciencia que estás haciendo y por qué es importante dirigida a personas fuera de tus círculos académicos. ¡A mí me encantaría ayudarte a difundir tu ciencia!

Además del impulso individual para hacer esto, hay una falta de incentivos para la Comunicación Científica apropiada dentro de las instituciones académicas. Ahí es donde podríamos empezar como instituciones. Los grados de Comunicación Científica son una novedad en algunos países (e inexistentes en los otros), pero este mundo no puede esperar a que vayas a obtener un título. ¡TE NECESITAMOS AHORA! (Aunque, claro, ¡ve por ese título si es lo que quieres!)

Pero ahora tenemos publicaciones de “Acceso Abierto”

Pero el Acceso Abierto no es para el público – eso beneficia principalmente a los científicos. El Modelo de Déficit de Información es cosa del pasado – el acceso a la información no ha resuelto el problema de la “alfabetización científica”. Pensá en el valor económico de las cosas que la gente hace en su tiempo libre. ¡Todo se trata de entretenimiento! La gente se ha inspirado hacia la acción a través de películas, libros, historias. Debería ser lo mismo a través de la (buena) comunicación científica.

Además, es bueno para vos

Una cosa es entrar en la Teoría de la Comunicación o en la Teoría de la Psicología Social, pero otra cosa diferente es ser bueno en ponerlo todo en práctica. La mayoría de los científicos son buenos con la escritura académica. La escritura creativa es otra cosa. Francamente, la escritura académica no excluye – e incluso se beneficia de – la escritura creativa. Un año de estar “blogueando” sobre ciencia no sólo ha puesto una página más de ciencia en la WWW, sino que me ha ayudado personalmente a mejorar mis habilidades de escritura, traducción y creatividad, así como a combatir esos momentos en el que no sabes cómo seguir escribiendo la tesis. Así que eso es un beneficio extra puramente personal de esto. Y me he divertido bastante, lo cual no tiene precio.

Si la SciComm en línea (blogs, vlogs, redes, podcasts) es algo que te gusta y te hace feliz, entonces mi mejor consejo es que lo hagas. No te la pienses durante años como yo lo hice, ¡TE NECESITAMOS AHORA! La ciencia te necesita ahora. Te guste o no, la WWW y las redes sociales están aquí para quedarse – ¡llenémoslas de ciencia!

Como dije antes, tuve esta idea en mi mente durante años, cambiando de forma y postergandolo, temerosa de “¿qué pensará la comunidad científica de que yo “pierda mi tiempo” de esta manera?” Pero no sólo he encontrado una increíble comunidad de apoyo en línea a lo largo de este último año, sino que también he aprendido a identificar y a dejar ir opiniones obsoletas cuando este mundo necesita conocimiento y acción ahora más que nunca. Recientemente estuve pensando en mis solicitudes para un puesto de doctorado a finales de este año (¡espero!), a lo que le pregunté a mi pareja: “¿crees que tener este blog y mis redes sociales para la SciComm puede ser perjudicial para mi aplicación? ¿Como que tal vez se percibe como si no tomara la ciencia en serio?” A lo que me respondió, con una extraña mirada: “No debería. Y si es así, ¿por qué querrías ser parte de esa institución?”

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